dissabte, 29 de setembre del 2012

Enfrente del Gómez Ulla.

Y aquí enfrente del Gómez Ulla voy a comentar como en una especie de ensaladilla rusa o americana - que últimamente me gusta más, será por lo de la fermentación de la cebolla conforme más viejos nos hacmeos más sofisticados hasta en la comida y vamos sustituyendo los sabores simples y sencillos por otros más barrocos que diríamos en términos artísticos -. Quizá por eso el barroco es el arte español por excelencia. Somos un país viejo donde los jóvenes lo más que consiguen es alcanzar cifras record en la tasa de paro - cerca del 50% - . Pero con un poco de Sabina, Serrat u otros conciertos acompañados de buuenas dosis de botellón, cargas policiales incluídas - si no no hay fiesta...hay que ver lo bien que se lo pasanb corriendo y recibiendo moratones - . El de redes dale que dale y todos viejos en los puestos clave los jóvenes no existen en España por eso nos gusta el barroco y Kandinsky no acaba de cuajar ni interesa.

Un hurra por el Lydl que me dejó probar los garbanzos a la madrileña. De muerte. Después de un día de ayuno pensando en el teatro de la tarde. Si como no funciono. Si como y bebo ya te puedes morir. El caso es que a las doce después de descubrir el clown que llevo dentro me puse morado con los garbanzos a la madrileña del Lydl -me compré otro bote de garbanzos sin Madrid para suavizar no me gustan los sabores tan fuertes de estas latas ni de la paella que hacen en Mallorca.

Bien por Luis - no doy más detalles por seguridad me siento vigilado aquí en Madrid - y los austríacos. Ellos comprenden porqué estoy tan bien fuera de casa. Otros se ponen verdes y desearían que regresara de inmediato a mi redil valenciano. Pero no. De momento se quedan con las ganas. Pero me joden en cuanto a los detalles que no puedo dar. Por otro lado les agradezco porque el arte brota de estas situaciones que exprimen el cacumen para conseguir algo. Igual con ellos - gracias a ellos - aprendo a escribir de un puta vez. hay quien dice que los conceptistas que llenan con sus nombres el barrio de las letras allà por Moratín hablaban en oscuro por la falta de libertad. En este país siempre han habido buenas razones para ocultarlo bueno. Las endivias es lo que más prolifera. Todo muy verde que te quiero verde. Los esclavos no pueden con los que vivimos en libertad. ellos renuncian a la libetad por algunas comodidades. No te quiero ni decir las toneladas de infelicidad que provoca el querer dormir acompañado o acampañada. O simplemente en un buen cochón. Lo peor es la mala leche que eso genera y a tofo el mundo no le gusta el yogur como a mí. Me encantó el bsile con la maleta. Yo quería que se abriera sola por su propia inciativa. No se acabó de entender muy bien me estaba naciendo el clown y garabateaba. Yo bailaba encantado una y otra vez con la maleta. En el fondo es que amo la maleta. Me salió muy fácil el parto. Me lo puso muy fácil Raquell con la maleta y el dado y tantas cosas. Yo le saqué partido a la maleta. En realidad Raquel pudo comprobar lo poco que sabíamos hacer con cosas tan expresivas. Los hospitales siemrpe han sido como mi casa. En un hospital pegué mi primer polvo y conocí a mi primera mujer. Me casé con una enfermera a la que nunca proporcioné los placeres completos del amor aunque sí los del odio que también tiene su mérito. Aquí delante del impresionante Gómez Ulla donde sufren y mueren los que más arriesgan su vida por todos los demás. De vez en cuando pasa un helicóptero pero de los grandes a depositar una nueva víctima propiciatoria en este templo dedicado a todos los dioses pero especialmente a Marte. Raquel qué beso me diste...!

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