Hoy
he descubierto porqué me gusta visitar los domingos al museo
de El Prado. Los domingo es cuando hay más gente. Cuando el
museo está más vivo. Siempre lo encuentro tan muerto...
Los
espectadores me proporcionan un valor añadido a cada pintura.
Los artistas buscan, entre otras cosas el contraste para destacar en
el lienzo. A mí los espectadores me proporcionan un contraste
añadido importante. En vez de molestarme su presencia delante
de la pintura me aumentan la intensidad de la percepción. En
función del contraste, por un lado, pero también por la
conversión de la percepción en un 3D total.
La
mayoría de las pinturas contienen personajes. Para mí
los espectadores constituyen un primer plano, además en
contínuo movimiento. A quien le moleste el movimiento
alrededor del arte, en la percepción artística, es que
no entiende de arte. Otra cosa es pretender ver La Gioconda un día
de fiesta en Paris.
En
resúmen, sin exagerar, podríamos decir que el público
me devuelve si no la visión del lienzo, sí la sensación
genérica de la vida del pintor cuando realizaba la obra.
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